El control de calidad en piensos de animales es un proceso crucial para garantizar la salud de los animales y la seguridad alimentaria de las personas que consumen sus productos. Para asegurar su correcta ejecución es preciso un control efectivo, se deben seguir determinados pasos y protocolos, así como utilizar herramientas y técnicas específicas para la realización del mismo.
En los últimos años, y debido a los invasivos brotes de enfermedades producidos por la ingesta de alimentos de origen animal, así como por las crisis alimentarias, el foco de las investigaciones biosanitarias se ha centrado en las granjas y fábricas de producción agrícola, y en otros ramajes de la industria. Espacios que se encargan de proveer y producir la materia prima que será parte de la elaboración de los piensos para animales.
La vigilancia de dichos espacios y acompañamiento en los procesos durante este sistema de inspección de piensos, señalan la importancia de la correcta ejecución de este protocolo en el control de su fabricación, donde es pertinente crear directrices oficiales reguladoras, sujetas al estudio de los riesgos bacterianos o víricos productos de la mala práctica en la elaboración de los piensos animales y sus ingredientes. Garantizando que los componentes del primer eslabón de la cadena de fabricación se distribuyan y produzcan de manera tal que sean seguros y aptos para el consumo humano.
Anteriormente, la identificación y minimización de componentes contaminados y sustancias indeseables en el pienso de animales, así como en los cereales y el agua de la que eran provistos, se realizaba a través de un proceso excesivamente lento para la urgencia del asunto. Por estas causas, dicha práctica pasó a ser rutinaria, debido a su cumplimiento legal obligatorio por parte de las Agencias alimentarias de Europa, contribuyendo a que la tecnología del sector iniciase el proceso de aceleración y mejora de estos protocolos, así como la correcta validación de la buena práctica.
La debida cumplimentación de las normas del control de calidad en piensos de animales, se lleva a cabo y certifica con base en los resultados del muestreo continuo y análisis del pienso. Esta práctica disminuye los posibles riesgos y problemas de salud que podrían producir dichos alimentos en los animales, si sus componentes se encuentran contaminados a causa de una limpieza incorrecta de las instalaciones o depuración de los ingredientes del mismo.
Con el fin de garantizar la buena ejecución, el muestreo y análisis del pienso, el sistema del mismo deberá estar basado en una valoración de amenazas objetiva, que se adapte a cada caso específico y sus circunstancias, sujetos siempre a la coherencia con respecto a los métodos internacionales. Es importante recalcar que el muestreo y análisis del pienso debe ser llevado a cabo por un personal capacitado y con los equipos correspondientes, de alta calidad, para asegurar la precisión de los resultados.
Bajo la ley planteada por el Reglamento (CE) nº 691/2013 de la Comisión, se establece que los métodos de muestreo y análisis para el control oficial de los piensos de animales deben seguir las siguientes normativas:
Garantiza la salud y bienestar del medio ambiente, el animal, productos y subproductos derivados, que se destinarán al consumo humano manteniendo un estado de equilibrio óptimo.
Es esencial realizar un proceso de control de calidad en piensos de animales para garantizar, no solo, que los alimentos sean seguros para el consumo humano, sino que también es de vital importancia mantener el bienestar de los animales, así como del medio ambiente.
El control de calidad en los piensos asegura una nutrición adecuada del animal, ya que durante este proceso se vigila que contengan los niveles apropiados de nutrientes para el crecimiento y el mantenimiento de su salud. A su vez, la seguridad alimentaria es también un factor esencial dentro del control de calidad, puesto que la misma ayuda a prevenir la presencia de contaminantes en los alimentos para animales como microorganismos patógenos, contaminantes químicos o residuos de fármacos.
Los piensos de una calidad baja pueden afectar de forma negativa el crecimiento del animal, la producción de leche y la carne, que más tarde será dirigida al consumo humano, aumentando el riesgo de enfermedades a causa de su contaminación. Si el control de calidad en piensos de animales no es llevado a cabo por profesionales del área o simplemente no se practica, los piensos se verían afectados transmitiendo toxinas a los alimentos que consumimos, el medio ambiente y poniendo en riesgo la salud humana.
No hay que olvidar que un buen control de calidad en los piensos también protege al medio ambiente, este ayuda a prevenir la contaminación del entorno natural, ya que los piensos pueden tener materiales que son perjudiciales para la vida silvestre y la naturaleza, tales como: residuos tóxicos, aditivos alimentarios no autorizados, contaminantes biológicos y de alimentos. En laboratorios Alazor nos especializamos en el análisis microbiológico. Como laboratorio de análisis y control de calidad, ofreciendo un servicio con base en la calidad medio ambiental.
En resumen, el control de calidad en la producción de piensos para animales es un proceso sistemático continuo, por ende, precisa de la cooperación y colaboración de todas las partes involucradas, desde los productores de materia prima hasta los fabricantes de piensos, así como los responsables de su regulación.
El control de calidad de piensos para animales tiene un impacto de gran importancia en los alimentos que consumimos o manipulamos los humanos. Los riesgos que generan no mantener una correcta aplicación del protocolo impactan de forma directa en la salud del animal y del humano.
Según lo estipulado por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), quienes han marcado unas recomendaciones sustentadas en el orden legal, la contaminación de los piensos puede provocar y contener microorganismos como la salmonela o el virus de Newcastle, entre otras sustancias tóxicas o contaminantes que producen enfermedades gastrointestinales.
El impacto producido en los alimentos que consumimos conlleva a la mejora de la calidad nutricional de dichos productos, así como la seguridad alimentaria, ya que al asegurarse que los piensos para animales estén libres de contaminantes, patógenos y aditivos no autorizados se reduce el riesgo de que los futuros alimentos de origen animal estén en mal estado, contribuyendo a la protección del medio ambiente, la salud animal y humana. Mejorando la eficiencia de su producción, ayudando a reducir el costo en la industria agrícola.
En conclusión, la toma de muestras y los análisis correspondientes son esenciales para garantizar la calidad de los piensos de los alimentos que consumimos, así como la mejora del costo de la industria agrícola.