Para conocer las características de su finca es importante realizar un análisis cada 3 – 5 años, antes de empezar la campaña.
El análisis de suelo es una extraordinaria herramienta para conocer:
– Necesidades de nutrientes del suelo.
– Las Condiciones de Habitabilidad.
– La Texturas y las Propiedades Hídricas.
– Detectar necesidades de enmiendas (calizas, ácidas, orgánicas, …)
El análisis de suelo además nos permite:
– Ajustar el plan de abonado haciendo el cultivo más eficiente (rentable, ya que se puede reducir los costes en fertilizantes)
– Conocer sus parámetros para poder ser más consecuentes con el Medio Ambiente a la hora de su manejo.
Cuando hacer un análisis de suelos:
Se recomienda realizar el análisis con 1 o 2 meses de antelación al establecimiento del cultivo, o bien después de la recolección, para que de tiempo a obtener los resultados, interpretarlos, establecer las recomendaciones y diseñar un programa óptimo de fertilización. En general, realizar el análisis en la misma época, para que en años sucesivos podamos comparar los resultados.
En cultivos perennes esto puede hacerse cada 3 -5 años y lo más adecuado es tomar las muestras de suelo antes de establecer la plantación. En huertos de frutales, el muestreo se debe de realizar antes de la primavera para decidir el programa de fertilización antes de la brotación.
La frecuencia de análisis puede ser más intensa para cultivos altamente tecnificados (flores, hortalizas, etc.).
El análisis de textura, que es una propiedad física del suelo, sólo se realiza una vez, ya que prácticamente no sufre cambios con los años.
Cómo realizar el muestreo de la parcela
Es una de las fases más importantes del análisis, para asegurar que el resultado sea fiable y representativo de la parcela.
En fincas con características homogéneas (tipo de suelo, pendiente, tipo cultivo, regadío o secano, distintos tratamientos, etc.), hay que dividir la fincas en varías zonas de muestreo, aconsejando de 5 a 7, de donde se tomaran muestras para luego mezclarlas y conseguir una única muestra final de 1 kilo aprox.
Para tomar la muestra se retiraran los primeros 15-20 cm de la capa superficial, y se hará un hoyo con una profundidad del muestreo: Cultivos herbáceos. 20 cm Cultivos leñosos. 40 cm y se cogera la tierra de la pared del hoyo.
Qué parámetros se deben analizar:
Textura.
La textura nos indica cantidad y el tamaño de los espacios que existen entre las partículas del suelo, y por lo tanto condiciona los fenómenos de aireación, de permeabilidad y de asfixia radicular. Nos ayuda a conocer la facilidad que tiene el agua para circular a través del suelo y su capacidad de retención de nutrientes, con lo que podremos identificar qué elementos deben ser aportados, en qué dosis y qué forma química de aplicación es la más recomendable.
La textura es un parámetro invariable, es decir no modificable, con una vez que se analice es suficiente.
pH.
El pH es un parámetro químico que indica si una materia es ácida o básica. La escala de resultados va de 0 a 14. Siendo los suelos de pH 7 neutros, los superiores a 7 básicos y los inferiores a 7 ácidos. Como más próximo a 0 es el valor más ácido es el suelo y como más próximo a 14 más básico.
Las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo están influenciadas por la acidez o basicidad del medio.
Del pH dependen los procesos de humificación. En función del pH se producen distintos tipos de materia orgánica del suelo y propiedades que influyen directamente sobre el crecimiento vegetal como el movimiento y disponibilidad de los nutrientes o los procesos de intercambio catiónico.
Conductividad Eléctrica.
Indica la salinidad del suelo. Dependiendo de este valor sabremos si el cultivo a sembrar/plantar es tolerante a nuestro suelo o la mejor estrategia de abonado y riego para conseguir el mejor resultado.
Nutrientes a disposición de la planta.
Los elementos más importantes para el crecimiento de las plantas son los macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio, calcio, magnesio y azufre) y deberían ser suministrados a las plantas a través de fertilizantes y micronutrientes u oligoelementos (hierro, manganeso, boro, zinc, cobre y molibdeno) que están generalmente presentes en el suelo en cantidades suficientes y las plantas los necesitan en dosis menores.
Es importante que la muestra siempre se mantenga húmeda y fresca, antes de llegar al laboratorio. Conservar la muestra en lugar fresco y seco y enviar al laboratorio como máximo en 5 días. Para conservar la muestra, se recomiendan bolsas de plástico
Pídanos presupuesto sin compromiso, con un análisis de suelo podrá conseguir disminuir los costes de fertilizantes y aumentar su producción y ser mas respetuoso con el medio ambiente.