Durante las fiestas navideñas aumentan los casos de reacciones alérgicas al marisco y a los frutos secos por la similitud entre estos alimentos con otros alérgenos
Con la llegada de las fiestas navideñas aumenta el consumo de mariscos y frutos secos, alimentos saludables de por sí, pero con un inconveniente: sus proteínas son muy similares a los de los ácaros y diversos pólenes y esto provoca que los organismos de las personas alérgicas a estos últimos agentes se confundan y reaccionen con urticaria y ronchas por el cuerpo al consumo de estos alimentos típicamente navideños.
Las proteínas del músculo del ácaro y de los crustáceos son estructuralmente muy parecidas y confunden al cuerpo de los alérgicos a los ácaros y así, si al verse expuestas sus vías respiratorias a este agente reaccionan con cuadros de estornudos, rinitis y asma, en algunos casos el consumo de estos alimentos les provoca urticaria y ronchas por el cuerpo.
No todos los alérgicos a los ácaros reaccionan de esta manera al consumir crustáceos, solo entre un diez y un quince por ciento de los alérgicos pueden experimentar los síntomas.
De las misma manera que con los mariscos ocurre con los frutos secos a las personas alérgicas a los pólenes. En el polen de las gramíneas hay muchas proteínas que también son muy abundantes en la mayoría de los alimentos de origen vegetal, por lo que también aquí se producen casos de reactividad cruzada en alrededor de dos de cada diez alérgicos a pólenes.
Por todo ello, se aconseja que si al ingerir un alimento se siente prurito o picor al comerlo, hinchazón de la lengua o los labios o urticaria, se acuda al servicio de urgencias de un centro médico para recibir la medicación precisa.