El laboratorio Alazor asesora para asegurar que se cumplen los sistemas de autocontrol: APPCC, como en cualquier otro servicio a colectividades. En el caso de los campamentos hay que hacer especial incidencia en el control de la potabilidad del agua, las materias primas, alérgenos, la limpieza y desinfección de las instalaciones y superficies, y la formación al personal.
La formación del personal es imprescindible para garantizar la seguridad alimentaria, por eso el laboratorio Alazor imparte cursos de formación de manipuladores de Alto Riesgo tanto a cocineros como al personal de monitoraje, ya que deben tener conocimientos respecto a la manipulación de alimentos y la seguridad alimentaria. Deben conocer bien el menú del día, y especialmente cómo manipular y mantener en frío los menús de los días que realizan excursiones fuera del centro de referencia. Los monitores también deben conocer cual será la temperatura de servicio de cada plato, qué hacer en caso de detectar una incidencia y como adoptar una medida correctora.
En cuanto al diseño de menús, lo ideal es que lo realicen dietistas-nutricionistas expertos, así como las derivaciones de menús para alergias e intolerancias alimentarias. Saber escoger bien los alimentos garantizará un menor riesgo.
Alazor recomienda:
– Evitar el huevo poco cocinado. Cocinar siempre con huevina pasteurizada, tanto las tortillas como las salsas a base de huevo como la mayonesa.
– Descongelar siempre los alimentos congelados en un frigorífico, nunca a temperatura ambiente.
– Prestar especial cuidado a las latas de conserva: una lata con un golpe o hundimiento podría estar en mal estado. Una lata abombada puede provocar botulismo.
– En cuanto a los postres es preferible ofrecer fruta bien lavada, antes que productos de pastelería con nata o mantequilla.
– Ciertos alimentos como las legumbres guisadas o los purés son más fáciles de contaminarse si no se mantienen a su temperatura óptima después de su elaboración. También deben extremarse el cuidado con los alimentos ricos en proteínas y agua, ya que tienen más tendencia a la proliferación bacteriana. Por todo ello, hay que evitar los bocadillos de fiambre, paté o salchichas, y usar en su lugar alimentos curados como el jamón, el queso y el lomo. De esta manera ayudamos a reducir la posibilidad de intoxicación alimentaria por tratarse de alimentos ya sometidos a un tratamiento térmico previo.
La proliferación de bacterias por las altas temperaturas es un hecho muy común en verano si no se toman las medidas oportunas para combatirlo. La inocuidad alimentaria es el gran objetivo en los campamentos de verano, tanto si el servicio es mediante catering o se tiene cocina propia.
El equipo del laboratorio Alazor le ayuda a prevenir riesgos alimentarios, y garantizar la seguridad de sus servicios implantando su sistema de autocontrol y realizando periódicamente auditorías y análisis de alimentos y agua.