Unos quesos frescos de leche cruda de oveja son los responsables de una nueva alerta de seguridad alimentaria: contienen Listeria Monocytogenes, una bacteria peligrosa, han provocado un caso de meningitis.
AECOSAN informa de la retirada de los quesos afectados, de la marca Ohian Txiki Koop: si tienes uno de ellos, no lo consumas.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) ha avisado de un caso de meningitis en la Comunidad de Madrid tras la ingestión de un queso fresco contaminado con la bacteria Listeria monocytogenes.
La toxiinfección se ha producido por el consumo de queso de leche cruda de oveja de pasta blanda fabricado por la empresa vasca Ohian Txiki Koop. Los quesos implicados en esta contaminación son:
Los productos implicados han sido distribuidos en las Comunidades Autónomas de Madrid, Cataluña y País Vasco. Según informa AECOSAN, se están retirando de los comercios todos los lotes de queso afectados.
Si tienes alguno de estos quesos de leche cruda con pasta blanca de Ohian Txiki Koop, no lo consumas.
Si lo has hecho y te notas algún síntoma no habitual, acude a tu médico.
La Listeria monocytogenes es una bacteria que está detrás de un buen número de infecciones alimentarias. Suele transmitirse por consumir quesos frescos, patés, fiambres o vegetales crudos en los que se encuentra la bacteria. No causa diarrea ni episodios gastrointestinales, sino que los principales síntomas de una infección con Listeria son:
La listeriosis tiene un periodo de incubación largo: si has comido alguno de los quesos afectados, mantente alerta y acude al médico antes cualquiera de estos síntomas.
La normativa permite usar leche cruda en quesos frescos, de poca maduración, a diferencia de lo que sucedía antes, cuando era obligatorio en esos casos usar leche pasterizada. Por tanto, llegan al mercado quesos elaborados con leche cruda han tenido menos de 60 días de maduración.
Durante el periodo de maduración el queso pierde humedad, se concentra la sal, se producen procesos de fermentación que liberan ácido láctico… en definitiva la maduración es garantia de conservación de los quesos, ya que se crean condiciones que impiden el desarrollo de patógenos como la Salmonella, Escherichia coli o Listeria.
A juicio de OCU, es muy importante que las empresas que se dediquen a elaborar quesos con leche cruda sean extremadamente escrupulosos con la calidad del proceso en todos sus pasos, desde el propio ordeño, a la manipulación o el tratamiento en la quesería, pues se trata de productos que no llevan ningún proceso térmico (a diferencia de lo que sucede si se trabaja con la leche pasterizada) y todas las bacterias que puediera haber en la leche pasan directamente al queso, con el consiguiente riesgo.
Lee con atención las etiquetas de los quesos, principalmente aquellos que sean frescos, tiernos, o semicurados, con procesos de elaboración de menos de 60 días.
Es preferible escoger los que en la lista de ingredientes veamos que están elaborados con leche pasterizada, en especial si los van a consumir personas que sean especialmente susceptibles de sufrir consecuencias más graves en caso de toxiinfección: niños, mujeres gestantes, enfermos…
Más allá de este caso, para mantener alejado el riesgo de una intoxicación y sus efectos, conviene seguir ciertas pautas de seguridad alimentaria: