La científica Mónica Carrera, (CSIC), que desarrolla una vacuna para la alergia al pescado, afirma que el 80% de la merluza, bacalao o rape está afectada por este gusano, llamado anisakis.
La tontería de buscar comida exótica para sorprender a los amigos, prepararla sin estar cualificado y subirla a Instagram, Facebook o Twitter es lo que está generalizando en nuestro país al anisakis.
El pescado constituye la 3ª causa de la alergia alimentaria en todo el mundo.
Carrera Mouriño destaca que, en buena parte, ahora lo que estamos viendo es un incremento de gente alérgica al pescado tóxico (se trata de personas que tienen reacciones a pescado que está malo). A su juicio, en economías modernas como España, Japón, Italia o Noruega se están incrementando porque «en el fondo hablamos de un problema de seguridad laboral en origen, en los buques de pesca».
Se trata de un problema de seguridad laboral de las flotas pesqueras que llega a nuestros platos en forma anisakis. Y es que en los barcos de pesca se tiran las vísceras del pescado al mar cuando se prepara para la congelación; pero es que esos restos son ingeridos por otros pescados y, por tanto, regresa a la cadena alimentaria, de forma que el 80% de la merluza estaría afectada por anisakis. Al igual que: bacalao, rape y los cefalópodos.
La investigadora del CSIC indica que síntomas de urticarias, problemas gastrointestinales, rinitis y respiratorios, se están generando por los problemas de pescado contaminado con bacterias o el parasito anisakis.
El desarrollo de la alergia, por otra parte, se manifiesta con un «shock» anafiláctico minutos después de ser comido. Consumir pescado crudo en casa por la moda de la gastronomía japonesa que ha llegado a Occidente ha hecho popular al anisakis en la UE.
En los últimos 10 años ha habido un fuerte incremento de reacciones alérgicas a los parásitos presentes en el músculo de los pescados, principalmente a parásitos del género Anisakis. «Su exclusión en la dieta, ha sido el único tratamiento apropiado para prevenir reacciones futuras».
Desde el Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC), con sede en Vigo, se está trabajando a través del Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico, en buscar soluciones a esta nueva plaga derivada de la modernidad mal enfocada en las cocinas.